10 febrero 2015

LOS DIOSES DEBEN ESTAR LOCOS: UN CASI PARRICIDIO , FILICIDIO Y CANIBALISMO 
Gea, la mamá de Saturno (Cronos en la mitología griega) castra a su padre (Urano) porque era cruel con los titanes, sus hijos. Ella le dio una hoz a Cronos para que lo matase pero solo consiguió herirlo. Con la sangre y el semen emanado del miembro cercenado salpicó la Tierra  y nacieron los gigantes, las Erinias y las Melias. Cuando él arrojó al mar el genital amputado, a su alrededor se formó una espuma de la cual emergió Afrodita diosa de la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción.
Como dice el adagio popular: "a hierro matas y a hierro mueres", esto mismo le pasó a Cronos ya que sus padres le vaticinaron que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre.
Cronos se casó con Rea y tuvieron varios hijos: Hestia, Deméter, Hera, Poseidón, Hades y Zeus. Pero con el miedo de que sus hijos ganaran el poder, Cronos se los comió apenas nacieron, excepto a Zeus ya que su madre lo escondió en la isla de Creta y en su lugar le dio a su esposo demente de poder, una piedra envuelta en pañales la cual se tragó engañado.
Justamente, el episodio caníbal de Cronos fue el elegido por Goya para un cuadro realizado en la época llamada "pinturas negras".


Francisco de Goya y Lucientes, Saturno devorando a un hijo, 1820 - 1823 Pintura mural trasladada a lienzo, Alto: 143,5 cm.x Ancho: 81,4 cm.



La escena es impactante por su tema sombrío y los tonos oscuros que predominan resaltando el rojo de la sangre, los ojos saltones de Saturno (Cronos), pero según dice la leyenda los hijos eran bebés pero en este cuadro el cuerpo es evidentemente de un adulto.
Esta obra se encuentra en el Museo Nacional El Prado en Madrid - España en donde también se pueden encontrar otras obras maestras de Goya: Goya en el Prado.
Al final, Zeus le da un veneno a su padre, el cual lo obligó a vomitar los hijos que se había comido (incluída la piedra) y los hermanos liberados junto con Zeus derrocaron a Cronos, quien fue encerrado en el tártaro.


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