23 noviembre 2013

Klimt y sus dorados perfectos



Judith I, Gustavo Klimt, 1901 Belvedere Viena, Austria


Dorado, dorado, un dorado perfectamente incrustado, incluido en la mayoría de sus obras. En esta obra lo que más me llamó la atención fue la hermosa tez de la cara, el marco que tiene inscrito Judith und Holofernes y esa cabeza decapitada que no se lleva el protagonismo.


"Se relata que el rey de Babilonia Nabucodonosor envió a Holofernes a vengarse de las naciones del oeste que habían evitado ayudar a su reino. El general puso sitio a Betulia y la ciudad casi se rinde. Fue salvada por Judith, una bella viuda judía que se introdujo en el campamento de asedio de Holofernes, compartió banquete con él y lo embriagó. Judith lo decapitó mientras dormía. Según relata la Biblia, ella regresó a Betulia con la cabeza del decapitado y los judíos vencieron al enemigo.


La decapitación de Holofernes por Judith ha sido objeto de plasmación en multitud de obras de arte a lo largo de los tiempos. Algunos de los artistas fueron Donatello, Sandro Botticelli,Andrea Mantegna, Giorgione, Lucas Cranach el Viejo, Caravaggio, Tiziano, Antonio de Pereda,Goya (en Judith y Holofernes, de las Pinturas negras), Horace Vernet, Gustav Klimt (en Judit I),Artemisia Gentileschi, Jan Sanders van Hemessen o Hermann-Paul." Wikipedia

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